CALIDAD SOBRE CANTIDAD: LA APUESTA DE LAS EMPRESAS TURíSTICAS LIDERADAS POR JóVENES EN COLOMBIA

Viajar

Calidad sobre cantidad: la apuesta de las empresas turísticas lideradas por jóvenes en Colombia

Compañías nacionales dirigidas por ‘millenials’ dan a conocer destinos alejados de las rutas tradicionales.

Juan Uribe - ESPECIAL PARA EL TIEMPO

Atraer calidad y no cantidad de viajeros. Eso buscan varias empresas lideradas por jóvenes de unos 30 años, que han encontrado en la biodiversidad de Colombia y su multiculturalidad una actividad que irriga la economía, ayuda a proteger el medio ambiente y les brinda bienestar a quienes habitan territorios alejados de las rutas turísticas tradicionales.

En las redes sociales abundan historias inspiradoras relacionadas con planes que organizan agencias como Awake Travel (https://awake.travel/), Cordillera Latam (@cordillera.latam en Instagram) y Wonder Travel (https://wondertravel.co/) a destinos entre los que se destacan Guainía, Putumayo, Casanare y Caquetá. Lea además: (Colombia sigue registrando cifras positivas en turismo: entre enero y marzo de 2024 llegaron 1,6 millones de visitantes)

Según Juan Pablo Gaviria, CEO de Wonder Travel, quienes dirigen estas y otras empresas no se ven como competencia, sino como colegas y tienen un objetivo común: hacer de Colombia una potencia mundial en turismo. "Somos amigos y queremos hacer lo que hizo Costa Rica hace 20 años, que se posicionó como un destino de naturaleza", comenta. Para él, el turismo puede ser la solución a muchos problemas que afectan al campo debido a que permite generar ingresos para quienes viven en los territorios. ​Wonder Travel, por ejemplo, trabaja con cinco destinos PDET (Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial) en Colombia: Guapi en el Cauca; San Vicente del Caguán en Caquetá; de Puerto Asís hasta Mocoa en Putumayo; Mesetas en Meta y Bahía Málaga en Valle. “Nuestra operación contribuye a la economía local de esos lugares y apoya el desarrollo de una infraestructura turística que aleja a la comunidad de actividades ilícitas y les propone una actividad que fortalece el tejido social”, destaca Gaviria. Julián Guerrero, director del programa Destino Naturaleza, que promueve el turismo de naturaleza regenerativo en zonas de postconflicto, en territorios PDET, afirma que en el país se percibe una actitud más orientada hacia el desarrollo de un turismo enfocado en la conservación. “Estos destinos están empezando casi de ceros, pueden ver experiencias negativas y decir ‘yo lo quiero hacer bien’. Cada vez es más visible la importancia de temas como el calentamiento global y la pérdida de la biodiversidad, hay urgencia por contribuir con esos propósitos”, señala Guerrero. Y agrega que hay personas y empresas que entienden el turismo como una herramienta de oportunidades de negocio y de generación de ingresos, pero también de conservación: “El turismo puede ser parte del problema si no es bien practicado, pero si es bien practicado puede ser parte de la solución para los desafíos ambientales de Colombia y el planeta”. Lea además: (El parque acuático más grande de Oriente Medio abrirá en 2025 en Arabia Saudí)

Un modelo diferente

Estas iniciativas pertenecen a una generación de emprendedores que siguen un modelo distinto al que se había impuesto. Ya no se ve el viaje como un simple acto de consumo, sino que se trata de encontrarle un propósito. Edna Rozo, decana de la facultad de Administración de Empresas Turísticas y Hoteleras de la Universidad Externado de Colombia, afirma que el modelo de encadenamiento está cambiando, sobre todo en el turismo comunitario y en el de destinos emergentes. “Al modelo de turismo tradicional se le criticaba que las mayores ganancias quedaban en los grandes turoperadores del mercado de origen – como Europa – y en las cadenas hoteleras multinacionales, y la derrama económica en los países de destino era mucho menor”, explica Edna Rozo. La transformación es evidente. “Aseguramos que al menos el 80 por ciento de lo que paga un cliente de Awake va a organizaciones locales, que a su vez distribuyen esos recursos en sus comunidades”, dice Laura Romero, cofundadora de Awake Travel. Juan Camilo Pinzón, CEO de Cordillera Latam, opina que los motivos de alguien que se apunta a un viaje con esta empresa difieren de los de alguien que busca turismo masivo. “Queremos generar una comunidad en el viaje, que todos reconozcan en los demás sus puntos en común al ir a un mismo lugar; que eso se extienda a quienes nos reciben en sus territorios, como la madre cabeza de familia que prepara el sancocho en el Guainía. La idea es que se reconozca la humanidad de todas las personas”, declara y añade que mientras en el turismo masivo se buscan visitar el lugar y una relación que a veces se limita a una transacción, Cordillera Latam fomenta relaciones de transformación. En esa línea trabaja Miguel Páez, CEO de Escappy Travel (https://escappy.com/), una start-up que crea viajes a destinos poco tradicionales. “Trabajamos con comunidades indígenas, campesinas, pesqueras, y con ellas creamos las experiencias e incentivamos en nuestros clientes la compra de productos de estas comunidades”, dice. La idea de lograr esas relaciones cercanas con la comunidad inspiró a Juan Pablo Castilla, fundador y gerente de Apata Colombia (https://www.apatacolombia.com/), una iniciativa de turismo que construye paz. Para este economista de 28 años, el trabajo que él y sus compañeros desempeñan es “una necesidad, una responsabilidad de todos: cómo ponemos nuestro talento, nuestro tiempo y nuestras habilidades al servicio de construir un país mejor, y un país mejor es un país en paz”. En sus palabras, un “ejemplo fabuloso” de esta mentalidad lo ha visto en Viotá (Cundinamarca), donde Apata Colombia encontró a una asociación campesina conformada por firmantes del acuerdo de paz y por víctimas del conflicto que trabajan juntos. “Ellos no sabían la teoría detrás del turismo comunitario, pero la estaban ejecutando. Vinculan a distintas personas que hacen parte de una experiencia de turismo, así que alguien hace las meriendas, otro da el almuerzo, otro más guía a los viajeros por el sendero. Nosotros les ayudamos a sistematizar y a diseñar la experiencia”, comenta Juan Pablo Castilla, quien agrega que en Viotá es posible probar torta de balú (una semilla) y avena de guatila (el fruto de una planta trepadora) antes de almorzar en una casa campesina donde se ofrece café de la zona. Aunque Apata Colombia recibe a viajeros extranjeros, su enfoque está en el turista nacional. “Debemos construir paz entre los colombianos. Así surgió Apata. Queremos que las personas de Colombia conozcan el país y sus realidades en las regiones”, explica. Este es un objetivo que él y sus colegas millenials se han trazado, y que ya están logrando.

Una tendencia en crecimiento

Según Natalia Bayona, directora ejecutiva de ONU Turismo, una tendencia importante en el sector es la del apoyo a las comunidades locales. “Apoyar a las comunidades para que estas desarrollen y reciban los beneficios del turismo no solo es sostenible y enriquecedor a nivel de experiencias vitales, también es una oportunidad para seguir desarrollando proyectos, ya que en 2022 el mercado global para el turismo comunitario alcanzó los 575,9 millones de dólares”, cuenta. Para Laura Durana, directora ejecutiva nacional de Acotur (Asociación Colombiana de Turismo Responsable), lo principal es ayudar a brindar mejores oportunidades para las personas más desfavorecidas. “Lo que hacemos desde Acotur es tener afiliados que le apuesten a ese desarrollo, eso es turismo sostenible”, manifiesta. Juan Uribe Especial para EL TIEMPO @juanuribeviajes

Juan Uribe - ESPECIAL PARA EL TIEMPO

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