UNA EXPERIENCIA PARA DISFRUTAR UNA CARNE EXCEPCIONAL, DEJAR DE LADO LA COMPOSTURA Y SENTIRSE COMO EN LOS TIEMPOS DE LOS PICAPIEDRA

Gastronomía

Una experiencia para disfrutar una carne excepcional, dejar de lado la compostura y sentirse como en los tiempos de Los Picapiedra

El restaurante 'Tres, cuatro, cinco Steakhouse', en la Zona G, en Bogotá, que Camilo Currea inauguró recientemente. Estas cenas denominadas A fuego vivo, en las cuales rinde homenaje a algunas de las técnicas para asar, para hornear, para ahumar…

SANCHO

Por supuesto que hay platos maravillosos en el mundo de los crudos. Hay ingredientes que ofrecen su mejor versión sin necesidad de pasar por proceso alguno de cocción. Hay frutas, vegetales e incluso carnes que no hay que someter a las altas temperaturas, y solo requieren cuidado en su producción e ingenio en su procesamiento.

¿Qué tal, por ejemplo, un ceviche preparado con una de esas leches de tigre que guarda equilibrio entre lo picante y lo ácido? ¿Qué tal un tartare con la carne bien cortada y bien aderezada?

La magia del fuego

Sí, los crudos tienen su gracia y su momento. Pero es cierto que el descubrimiento del fuego cambió en los antepasados la manera de alimentarse, abrió un abanico enorme de posibilidades y permitió alcanzar sabores y texturas maravillosos.

El fuego y el calor no han sido simples aliados de la cocina: han sido verdaderos protagonistas. Y la industria de la alimentación no se ha detenido en la búsqueda de nuevas y revolucionarias formas de permitir que los ingredientes se transformen gracias al calor.

Y mientras algunos cocineros de renombre desarrollan propuestas que implican un regreso al pasado, un reencuentro con la leña y con los fogones de varios siglos atrás, otros cuantos recurren a parrillas, sopletes y hornos sofisticados con los que pueden lograr en sus restaurantes puntos de cocción que es prácticamente imposible lograr en casa.

Lo cierto es que una reflexión profunda sobre la presencia del fuego en la historia de la alimentación llevó al chef Camilo Currea Londoño a diseñar una cena de siete pasos para disfrutar alimentos transformados mediante diversas técnicas en torno al fuego, para sentirse por unas horas en otros momentos de la historia, para rememorar los fogones de leña, los hornos de adobe, las ollas de barro…

Currea tiene un recorrido interesante por escuelas de gastronomía en Chicago y en Marbella, y por restaurantes destacados en Estados Unidos y en España, algunos de ellos con estrellas Michelin, como Topolobampo, del chef Rick Bayless, que le contagió la pasión por técnicas ancestrales en las cuales el fuego es fundamental.

Restaurante 'Tres, cuatro, cinco Steakhouse'

Para que la experiencia sea aún más intensa, en estas cenas el restaurante invita a los comensales a remangarse y comer con la mano. Y debo decirles que es un verdadero placer dejar de lado por un momento la compostura, volver a untarse las manos como en la infancia, lograr con los dientes lo que no logran los cubiertos, chuparse los dedos…

El recorrido comienza con bocados de chorizo y longaniza en los cuales el humo y la leña han hecho un interesante trabajo. Vienen luego tubérculos y vegetales al rescoldo, a la leña o ahumados, algunos tostados y crujientes, y más adelante una selección de panes –de yuca y de masa madre de maíz– que nos muestran las bondades de un buen horno.

Un momento genial de la experiencia es el aterrizaje en la mesa de un langostino tigre asado a fuego vivo de leña, que llega con una mantequilla achiotada con hierbas de azotea: se desprende la cabeza, se añade a la mantequilla el jugo que aporta el animal, y se baña en esta mezcla cada bocado del enorme langostino… un gran placer. Multiplicado si se ha elegido la experiencia que incluye maridaje, pues a este marisco le corresponde un Pinot Noir que le va de maravilla.

El paso culminante es la llegada de un enorme Tomahawk Angus y un tuétano generoso para untarle a la carne, que el largo hueso permite agarrar con la mano sin problema y ofrece la sensación de estar en los tiempos de Los Picapiedra.

Para los amantes de la carne, este es un momento sublime, en torno a una carne de calidad excepcional, que el fuego ha dejado en el punto perfecto. Un fabuloso syrah de El Enemigo hace más grata esta escala, luego de la cual vienen delicados platillos con sabores refrescantes y dulces.

Tres, cuatro, cinco Steakhouse ofrece esta experiencia para grupos de entre cuatro y ocho personas. Un inolvidable recorrido culinario en torno al fuego.

Tres, cuatro, cinco Steakhouse

Calle 69 A No. 5 – 81

Tel: 323-2384660

[email protected]

SANCHO

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