CINCO LUGARES QUE FUERON HABITADOS POR LOS HUMANOS, PERO QUE LA NATURALEZA RECLAMó

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Cinco lugares que fueron habitados por los humanos, pero que la naturaleza reclamó

La vida silvestre siempre halla la manera de resurgir y apoderarse de la tierra que le pertenece.

Sofia Arias Martinez

Las ruinas son la prueba de que hubo vida y son las marcas del paso de los humanos. Desde el inicio, las personas han abierto el camino para establecerse en montañas, ríos, mares, junglas y desiertos, entre muchos más lugares.

Sin embargo, siempre han tenido que convivir y adaptarse junto a algo mucho más importante y permanente: la naturaleza. Cuando la gente se va, la vida silvestre vuelve y con mucha más fuerza. Crecen enredaderas, brotan las flores, los árboles extienden sus raíces y ramas, los animales regresan, pueden crearse nuevos ecosistemas y el aire se limpia.

Incluso, un informe de 2022 realizado por la organización 'Rewilding Europe' encontró que muchas especies de aves y mamíferos europeos estaban regresando a su hábitat natural y apoderándose de paisajes que alguna vez habían sido dañados. La investigación de los expertos destacó "la propensión de la vida silvestre a recuperarse y recolonizarse cuando se le da la oportunidad".

En el planeta Tierra, existen varios lugares que la naturaleza ha recuperado de distintas formas cuando los humanos partieron. Templos antiguos se han convertido en jardines llenos de árboles y flores, zonas de guerra han sido habitadas por nuevas especies y muchos pueblos fantasmas se han convertido en el lugar de animales. A continuación, cinco de ellos:

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1. Hutuwan, China: el pueblo pesquero abandonado

En 1980, vivían casi 3.000 pescadores, pero comenzaron a mudarse en la siguiente década porque quedaba muy lejos. Los habitantes de Hutuwan tenían que viajar frecuente, sus jornadas se volvieron agotadoras y su estilo de vida empeoró. En 2002, el pueblo quedó completamente abandonado, pues sus residentes decidieron irse a otro lugar cercano.

Después de décadas, las casas vacías fueron invadidas por un manto de exuberantes plantas trepadoras. Las enredaderas se infiltraron en los hogares desolados, perforaron ventanas y se apoderaron de todas las habitaciones.

Abundantes capas verdes de vegetación reclamaron los techos, vías y cualquier otra infraestructura elaborada por el hombre. Ahora, los turistas que visitan caminan sobre el vibrante pasto verde que se ha apoderado de los tejados.

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2. Vallone dei Mulini, Italia: un valle de molinos en ruinas en la Costa de Sorrento

Este histórico valle fue diseñado por una violenta erupción de los Campos Flégreos que, hace 37.000 años, cubrió de escombros la zona desde Punta Scutolo hasta Capo di Sorrento. La catástrofe hizo que se hundiera en el interior de la montaña y creara un enorme surco.

En su momento, se instalaron molinos harineros, construidos en piedra, en el siglo XIII y aprovechaban el arroyo que se encontraba en el fondo del valle. Dejaron de funcionar a inicios de 1900 y fueron abandonados.

Con el tiempo, brotó la naturaleza y se encargó de crear un microclima húmedo que permitió el nacimiento espontáneo de plantas únicas, varias de la familia de los helechos.

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3. Kolmanskop, Namibia: el pueblo que quedó abandonado cuando se acabaron los diamantes

Ahora, está sucumbido ante la arena, pero antes Kolmanskop solía ser un pueblo minero alemán en el siglo XX. Según relató la historia 'National Geographic', una tarde de 1908, un trabajador ferroviario llamado Zacherias Lewala estaba limpiando las vías del tren de las dunas cuando vio unas piedras brillando en la penumbra. Su empleador europeo de inmediato supo que eran diamantes. Lewala no recibió nada por su hallazgo.

Con el tiempo llegaron muchas más personas. Para 1912, el pueblo producía más de un millón de quilates, equivalente al 11,7 por ciento de la producción mundial total de este mineral precioso.

Sus piedras brillaban, pero la historia de Kolmaskop era oscura, había sido construido con la sangre y sudor de los lugareños. "Cuatro años antes del descubrimiento de diamantes en Kolmanskop, el pueblo herero de Namibia se rebeló contra los colonizadores alemanes, quienes tomaron represalias con ferocidad genocida y mataron a más de 60.000 personas", explicó el medio.

En 1930, la minería intensiva hizo de las suyas y acabó con toda el área. Además, dos años antes, se reportó el descubrimiento de campos en el sur con muchísimos más diamantes. Las personas se fueron poco a poco y dejaron sus hogares y pertenencias.

Kolmanskop quedó completamente abandonado en 1956 y las dunas de arena se apoderaron de todo el lugar. Rompieron ventanas y llenaron todas las casas con suaves mantos de delicados gránulos naturales.

4. La zona desmilitarizada entre las Coreas: de un escenario de guerra a un santuario para la vida silvestre

Amplias llanuras, exuberante vegetación y especies raras de flora y fauna han prosperado en la zona desmilitarizada de la península coreana. Más de 70 años después de la guerra que dividió a Corea en dos, este sitio se ha establecido como la tierra de nadie.

"Según el Instituto Nacional de Ecología de Corea del Sur, casi 6.200 especies de vida silvestre ahora habitan la zona desmilitarizada. En particular, en la zona vive el 38 por ciento de las especies en peligro de extinción de la península de Corea. Estos incluyen águilas reales, ciervos almizcleros y cabras montesas, entre otros", explicó un artículo de la 'BBC'.

Como las personas no pueden acceder a las zonas más allá del área de control de civiles, los animales y plantas han encontrado la manera de resurgir y reclamar el hábitat como suyo.

5. La Isla de la Quemada Grande, Brasil: el hogar de las cobras

Es un lugar rodeado de acantilados y un verde bosque tropical. A pesar de su belleza, es la casa de más de 2.000 serpientes cabeza de lanza dorada, una especie endémica de la isla.

"Además de las serpientes, la fauna de la isla incluye murciélagos, lagartos, dos aves paseriformes residentes, así como numerosas aves migratorias y marinas, como el piquero pardo, que visitan la isla", indicó 'CNN'.

En una entrevista para el medio de comunicación, Marcio Martins, un profesor de ecología de la Universidad de São Paulo, dijo que la isla alguna vez había formado parte de la plataforma continental brasileña, pero la caída y el aumento del nivel del mar causaron que quedara completamente aislada hace aproximadamente 11.000 años.

Las serpientes quedaron atrapadas y se tuvieron que acostumbrar a las condiciones de La Isla de la Quemada Grande. Como no vivían mamíferos, estos reptiles no tenían depredadores y tampoco presas. Por lo tanto, se volvieron expertas en atrapar a los pájaros que visitaban el lugar durante sus migraciones anuales.

"El veneno de la serpientes cabeza de lanza dorada actúa rápidamente y causa una variedad de síntomas horribles, desde insuficiencia renal hasta hemorragia interna y muerte de tejidos", indicó 'BBC'.

A inicios del siglo XX, vivieron tres o cuatro pescadores, pero ha estado abandonada desde 1920. Ahora, es un tesoro biológico protegido por el gobierno del país para asegurar que el ecosistema de mantenga. Es ilegal visitar sin autorización previa.

La vegetación se adueña de un pueblo chino

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SOFÍA ARIAS MARTÍNEZ REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL EL TIEMPO

Sofia Arias Martinez

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